Charlando entre hermanas… con Hna María Evelia

Hoy le presentamos nuestra charla amena con hna María Evelia Restrepo, misionera de la Consolata colombiana que vive su misión en Kenya

Cuéntanos algo sobre tu destinación misionera al Kenya

Al inicio de mi vida misionera trabajé en Colombia en la educación, en varios colegios que las Misioneras de la Consolata teníamos en varios territorios de Colombia.

Después de este trabajo en Colombia fui a Estados Unidos a estudiar Ciencias Religiosas, durante cinco años.  Cuando terminé de estudiar regresé a Colombia, donde estuve un año, al finalizar el año, me llegó la Carta de destinación al Kenya, era el 1986. Cuando recibí la destinación sentí alegría y miedo.  Alegría porque iba a la misión y miedo porque era para mí un mundo desconocido y lejano que me causaba espectativa, pues lo desconocido  lo pone a uno en situación de inseguridad.   Sin embargo dejé en manos del Señor esa situación y seguí su llamado.

Al llegar al Kenya, en el año 1987,  los miedos se fueron desapareciendo y la alegría se fue concretizando por el hecho de estar en misión, pues para ser enviada a tierras de misión había ingresado al Instituto.  Pues mi vocación se estaba viviendo concretamente, según el espíritu de nuestro Fundador.

Cuál es la alegría más grande que te ha dado la misión?

Alegrías y signos de consolación son muchos, en este sentido una alegría grande que me ha dado la misión es sentirme realizada como religiosa, como  misionera, de manera especial en el trabajo con  los niños más vulnerables y en dificultad.

Soy muy contenta trabajando con las comunidades necesitadas porque es un campo amplísimo, sobretodo impartir a los niños todos los valores humanos, religiosos que abarca la totalidad de la persona, es decir una formación integral que los prepara para el futuro.

Además trabajando con las familias ofreciendo una formación a través de seminarios para educarlos en la responsabilidad que tienen frente a los niños y su acompañamiento desde la familia. Sobretodo educarlos a ellos mismos para que enfrenten la difícil tarea de ser padres, de ser guías y de ser modelos de los niños.

En que parte del Kenya trabaja actualmente y qué misión desarrolla?

Trabajo atualmente en Nazareth, Riara Ridge, a 50 kilómetros de Nairobi, la capital del Kenya.  El trabajo que desarrollo actualmente continúa a ser la educación dirigida a niños vulnerables del sector, a través del proyecto “Allamano children’s hope”, que inició con la hna Marcolina hace 20 años.  La hermana que inició se dio cuenta de la necesidad de invitar a los jóvenes que no habían frecuentado la escuela y estaban expuestos a tantos peligros para su crecimiento y formación como personas.  Al comenzar a contactarlos notó que eran análfabetas y se interesó por ver como podía reunirlos para empezar a darles algunas nociones de lectura, escritura y matemáticas.

Actualmente el centro educativo acoge a  75 niños que por su edad no son aceptadas en las escuelas públicas, por lo tanto se les ofrece la posibilidad de acceder a la educación, durante 4 años.

Mi trabajo aquí consiste en la dirección del centro que cuenta con 3 maestros y una señora que cocina para los niños.  Preparo los maestros a nivel humano, espiritual y académico, de manera que ellos continúen la preparación que reciben en los niños que frecuentan el centro.7

¿Cuáles son los retos más importantes del trabajo misionero que está realizando actualmente?

Entre los retos más importantes puedo expresar que no es fácil trabajar con las comunidades en dificultad por los innumerables problemas que muchas veces desborda nuestras posibilidades para atender y dar respuesta inmediata y acertada, de todas maneras es un proceso delicado pero es posible.

Acompaño muy de cerca lo que pasa en el centro, con los maestros hay unidad, ayuda, comprensión seguimiento, al mismo tiempo ellos tiene buenas relaciones. Un aspecto importante es que se logra la comunión aun en medio de la diferencia cultural de cada uno de los maestros.

Un reto importante que estamos enfrentando es el acompañamiento de los niños para que vayan descubriendo y actuando sus talentos, por lo cual se les facilita la participación en las actividades lúdicas:  juegos, danza, canto, lectura, cine-forum.

Un aspecto muy importante y que constituye nuestro motor, al rededor del cual se organizan todas las acciones, es el ofrecimiento diario de las actividades, de la comunidad educativa, al Señor que es el que dinamiza y sostiene nuestra labor como educadores.

Un reto que tiene que ver con nuestro carisma de Hermanas Misioneras de la Consolata , es la dimensión de la consolación, que se concretiza en el reconocimiento de la dignidad de la personas a las cuales somos llamadas a amar y respetar, en las acciones de confortar, educar y ser presencia que da testimonio de una vida que tiene como centro el anuncio del Reino que es para todos, sin exclusión.

Entrevista de hna Luz Mery Restrepo, mc

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