La espera del Amor involucra el oído. Si esperas al Amor, tiende tu oreja, lista para captar su voz, el susurro en el aire. Pero si esperas al amor, escuchas también la voz dentro de tu corazón y aprendes a distinguirla de otras voces. Aprendes que el Amor se encuentra más fácilmente en el susurro de una brisa ligera que en un huracán, en una tormenta o en un incendio. Si esperas al Amor, lo interceptas en el silencio de la noche, en el gorgogeo del agua, en el susurro del viento, en el llanto o en la risa de un niño, en la palabra a veces contenida, otras veces gritada de quien expresa una búsqueda de ayuda, en el murmullo de la multitud, en la llamada inesperada de una amiga, en la canción que te reconduce lejos, atrás en el tiempo…
Tiende tu oído, escucha y escúchate, reconoce las vibraciones de tu corazón y del corazón de los demás… espera al Amor con el oído.