
Hna Claudia nos comparte los primeros días en Kazajistán
Salimos de Nepi (Italia) en una circunstancia muy particular, saliendo un día antes por la situación de la pandemia (28 de febrero): celebramos la Misa a las 4.00 de la madrugada, con las palabras de P. Arana, sj, que nos comparaba a María y José que salen de noche.
Llegando al aeropuerto de Almaty (Kazajistán) nos midieron la fiebre, y después nos acogieron dos padres: p. Simón y p. Gregorio. Fueron muy acogedores desde el inicio, y fuimos a vivir en Kapchagay, donde viven 4 sacerdotes juntos y de donde atienden varias comunidades, inclusive Janashar, donde será nuestra misión.
El siguiente día, entrando en la capilla, encontramos a Jesús Eucaristía, lo sentimos como su acogida allí. Coincidió este día con la fiesta de la Virgen de la paz, patrona de Asia Central. También esto nos tocó mucho: ¡María estaba también allí, esperándonos!

Y no faltó también la presencia del Fundador: teníamos que entrar en nuestra casa de Janashar el viernes 14 de marzo, pero las autoridades sanitarias, controlando nuestra salud, nos pidieron de esperar dos días más. Así que por otra “coincidencia”, ¡llegamos a nuestra casa el día 16, día del Fundador! ¿Cómo no sentirnos acompañadas?
Fue una grande aventura la llegada a Janashar: todos los padres vinieron para saludarnos, y por el camino… ¡quedamos sin gasolina! Pero, gracias a Dios, llegamos a nuestra casa, muy bonita, pero sólo con lo esencial. Nuestra casa es bastante grande, construida por la diócesis: en el segundo piso está nuestro hogar, en el primer piso una habitación para el sacerdote, y un salón para catequesis. Al lado la capilla.

Hay un espacio muy grande, y decidimos sembrar y armar nuestro jardín. De pronto, aparecen los niños vecinos nuestros, y por la tarde su abuela: inician las primeras amistades, aunque la comunicación es todavía difícil. Nos ayuda Google Traductor… y las sonrisas y los gestos. La abuela nos regaló tomate, y así experimentamos la acogida de la gente campesina. Es una familia musulmana, muy acogedora.
Hna Claudia Lancheros, mc