Hna Emma nos comparte su experiencia al CAM en Santa Cruz de la Sierra
Al igual que todos los demás congresistas, nuestros preparativos preliminares para la participación en el quinto Congreso Americano denominado: VCAM, celebrado en Bolivia, implicó la reflexión sobre algunos de los documentos de la Iglesia que han informado e inspirado la Misión de la Iglesia Católica en el mundo, como el Redemptoris Missio, Ad Gentes e Instrumentum Laboris. Llegamos a La Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, después de un viaje de 36 horas en autobús el 9 de julio de 2018. Santa Cruz de la Sierra es una de las principales ciudades de Bolivia con una superficie de 370.621 km2. Se encuentra en la parte oriental del país y comparte fronteras en el norte y el este con Brasil y Paraguay. A diferencia de La Paz, Cochabamba y otras ciudades bolivianas importantes ubicadas en los Altos Andes, Santa Cruz de la Sierra se encuentra a una altitud de 416 metros sobre el nivel del mar, por lo que es habitable para personas de todos los ámbitos de la vida. Esto explica en parte por qué es la ciudad más poblada de Bolivia con un estimado de 1.5 millones de habitantes.
Recibimos una bienvenida cordial en las familias ya que nos hicieron participar en su vida diaria compartiendo sus alegrías y luchas. También se aseguraron de que tuviéramos todo lo que necesitábamos para que nuestra estadía en Bolivia y la participación en el congreso fueran factibles.
El congreso atrajo a miembros de todos los países de América y el Caribe, había alrededor de 3500 delegados de los 24 países de América. Hubo 3 cardenales presentes entre ellos el cardenal boliviano Mos. Toribio Ticona, 90 Obispos, 450 Sacerdotes, 1.306 delegados, 110 expertos ponentes, 245 voluntarios que aseguraron que el Congreso se desarrollara sin problemas con todo el apoyo moral y material, además dey 1, 203 delegados de las 18 jurisdicciones eclesiales de Bolivia.
En cuanto a los participantes del Congreso, no podía dejar de pensar en el sueño de Jesucristo siendo cumplido, Él quería formar una familia unida por amor, y por lo tanto envió a sus apóstoles a salir a evangelizar, para que todos sean uno … Aquí estábamos uno! todos provenientes de diferentes países, continentes, idiomas, razas, carismas y cultura; mezclándose libremente como si nos hubiéramos conocido por toda la eternidad, y ayudándonos unos a otros espontáneamente de acuerdo a las necesidades de la situación. Cuando las palabras no podían expresar la alegría del encuentro, la sonrisa hablaba profundamente, especialmente a los que no podían articularse en el idioma español. Aquí se sintió la alegría de un encuentro personal con El Señor que se traduce en el servicio a la humanidad o como lo expresó el tema del congreso: ¨América en Misión, El Evangelio es alegria¨
El congreso fue inaugurado oficialmente por la celebración eucarística presidida por el cardenal Fernando Filoni, que es el prefecto de la congregación para la evangelización de los pueblos. En su breve pero profunda homilía, el Cardenal les recordó a los miembros del Congreso que no pierdan de vista el tema de la misión de la iglesia, que consiste en poner en pie a Jesús como centro, como nombre y como corazón, pues corremos el riesgo de hacer otras cosas, una mera filantropía, que se vuelve vacia y sin credibilidad. Sus palabras hicieron eco a mí el proceso que nuestra congregación está haciendo para volver al centro de nuestras bases sabiendo muy bien que hemos nacido en el corazón de la contemplación y el consuelo que tenemos para ofrecer al mundo no es otro que el mismo Cristo.
Las reliquias del Beata Nazaria Ignacia; quién será canonizada el 14 de octubre, entró en procesión antes del comienzo de la Misa; como modelo de la Vida entregada para la Misión ad Gentes y promoción humana. Ella sera la primera Santa boliviana y estaba en medio para aportar el VCAM como una misionera y profeta de su tiempo. La misa no careció también de las ricas Danzas Culturales Bolivianas, ya que los bailarines litúrgicos acompañaron el canto del Gloria. Después de las celebraciones eucarísticas todos nos retiramos a los hogares de acogida.
Al día siguiente todos fuimos al lugar donde se llevarían a cabo las conferencias y el lugar era lo suficientemente grande para acomodar a todos los miembros del congreso, cortesía de las enormes estructuras de Don Bosco. El congreso se organizó de tal manera que por la mañana tuvimos canciones de animaciones y oraciones y luego charlas de conferencias presentadas por expertos ponentes procedentes de diferentes países del continente. Por la tarde tuvimos talleres y sub-asambleas según el lugar donde se haya inscrito y por la tarde las celebraciones eucarísticas en la Parroquia anfitriona. A la hora del almuerzo y la cena, tanto en las familias de alojamiento y en la conferencia, tuvimos la oportunidad de disfrutar de los deliciosos manjares de Santa Cruz Bolivia incluyendo Api, pacumutu, majadito de charque, majao cruceño, sonso de yuca, cuñape entre otros alimentos.
Algunos de los expertos que dieron sus charlas fueron Mons. Charbonnea, el Obispo en Honduras que presenta ‘La alegria Apasionante del Evangelio’ citando al Papa Francisco que dice que un Misionero no puede tener cara de vinagre; Mons. Santiago Silva Retamales de Chile, que nos invitó a romper esquemas que impiden la evangelización como lo hizo jesús, repitiendo así las palabras de nuestro amado Papa a los Jóvenes en Brasil para hacer lio: el padre Sergio Montes, un jesuita boliviano que es una realidad del continente americano que necesita discípulos testigos de la comunicación y reconciliación. Nuestro obispo Consolatino, Mons. Luis Augusto Castro nos ofreció las claves para que un misionero se convierta en profeta y lamentes en el hecho de que tenemos muchos misioneros que ya no son profeta y cuya voz no se hace eco de las injusticias de nuestro tiempo. El mas anciano ponentes era mons. Girardi quien presentó a La misión agentes en y desde América, enfatizando en el protagonismo del Espíritu Santo Que Nos ha Enviado un Compartir este Gran Amor Recibido del Padre.
Como familia de la Consolata también tuvimos la oportunidad de compartir nuestras experiencias y expectativas del congreso en el espíritu de fraternidad y sacar a relucir algunos de los puntos de vista que la conferencia provocó en nosotros, sirviendo así como una oportunidad para nuestros misioneros Ad Gentes especialmente con el apostolado a los indígenas del continente americano.
Otras actividades importantes en las que participamos durante la conferencia incluyeron la entronización de la Biblia, rindiendo homenaje a los santos de todos y cada uno de los países americanos presentes. En los talleres y subconjuntos hemos tratado de compartir las experiencias relacionadas con la misión en relación con lo que los ponentes han presentado. En las parroquias también tuvimos sorpresas mientras los fieles organizaban sus bailes folclóricos tradicionales y comidas comunitarias. En el último día de la conferencia salimos en una experiencia misionera y aquí también las puertas se abrieron con mucho amor y no sin los desafíos de otras personas que nos cierran las puertas; en ellos también dejamos las bendiciones familiares.
El Congreso concluyó con algunas propuestas que la iglesia en América está invitada a vivir; algunas de las propuestas incluidas: educar a la alegría del Señor Resucitado y de las Bienaventuranzas; ir a las periferias del mundo para encontrarse con el “otro”; alentar el conocimiento de la Biblia y los Evangelios; promover comunidades de vida misionera; alentar la reconciliación en todos los ámbitos de la vida; promover la conciencia de la misión profética y liberadora en todas las áreas sociales; considerar la evangelización de la familia como una clave cristiana para la transformación social y cultural; alentar a una Iglesia misionera más ministerial y laica; promover y cuidar las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa; para celebrar la fe popular y la religiosidad en clave misionera. Luego tuvimos la misa de clausura con el mandato misionero de ir y compartir la alegría del Evangelio mientras esperamos el próximo congreso misionero en Puerto Rico.
Hna Emma Ganda, mc