Encuentro de Teología y Pastoral Andina en Isla de Cañas

Trabajar con los pueblos indígenas es una de las experiencias enriquecedoras que un misionero puede tener. Es una experiencia digna de toda una vida, ya que promueve el crecimiento integral y recíproco de ambas partes: los misioneros y la gente.  La experiencia consiste en compartir las experiencias de la vida diaria de la gente, aprendiendo su lengua, apreciando sus mitos y leyendas, y amando a su cultura. Se necesita un proceso para poder entrar en el estilo de vida de las personas y comenzar a apreciar sus perspectivas sobre el mundo que los rodea.

El Endepa, que es un comité nacional que trabaja en compromiso a favor de los pueblos indígenas, produjo un mapa que muestra que hay alrededor de 44 grupos étnicos de indígenas en Argentina. La mayor concentración de ellos se encuentra en la parte noroeste de Argentina, donde las Hermanas Misioneras de la Consolata abrieron una comunidad en marzo de 2013.

Las hermanas viven con el pueblo kolla, en una pequeña municipalidad llamada Islas de Cañas que alberga a unas 2.500 personas. Los kolla, como muchos otros pueblos indígenas, han sufrido discriminaciones y demonización de sus costumbres, tanto por la Iglesia como por el estado: las personas ya no hablan su idioma quechua, y las generaciones más jóvenes tienden a rehusar sus celebraciones culturales.

Los mayores, a pesar de no hablar el idioma, tienen muchas palabras quechua insertadas en su habla cotidiana y aprecian sus ritos y costumbres que realizan con mucha dedicación.

Parte del trabajo de las hermanas Consolata es afirmar su sacralidad como pueblo y también valorizar sus prácticas culturales. En este intento, las hermanas participan en sus rituales y costumbres y también estudian su cultura para acompañarlas de una manera más cercana.

momentos rituales

Esto ha tenido sus repercusiones ya que ahora podemos ver a personas que ya no tienen miedo de afirmarse como kolla, y que practican sus costumbres con mucho amor e incluso cantan canciones en su idioma nativo.

Estos esfuerzos han sido coronados este año en el XXIX Encuentro de Teología y Pastoral Andina, que se llevó a cabo en nuestra comunidad de Isla de Cañas en septiembre, una experiencia  que ha sido apreciada por la gente hasta hoy. La organización de la reunión comenzó tan pronto como el año pasado con la iluminación de las personas en el objetivo si la reunión. Los agentes pastorales de la Iglesia católica y el Consejo Kolla agradecieron la invitación y comenzaron la preparación muy pronto. Vale la pena señalar que, de una u otra manera esta reunión ayudó a unir a toda la comunidad ya que todos ellos incluyendo el municipio trabajó y contribuyó a su buena realización.

El encuentro, que se celebra siempre la primera semana del mes de septiembre, congregó participantes de Perú, Bolivia y Argentina.   Hubo un total de 90 participantes alojados en diferentes casas particulares e instituciones. Entre los participantes estaban las hermanas de la dirección de la región América y las hermanas de Bolivia, el obispo de nuestra diócesis, hermanas religiosas de diferentes congregaciones y también siete sacerdotes y varios exponentes de Iglesias protestantes.

momentos rituales

El tema de la reunión fue ¨Sabiduria Ancestrales Yanantin identidad y proyectos¨ y tuvo un contenido muy rico y amplio que nos hizo reflexionar profundamente en la espiritualidad andina.

El primer día comenzó tan temprano como a las 6:30 de la mañana cuando los participantes se reunieron en la plaza principal para continuar hacia el cercano río Pescado. Allí tuvimos una dinámica de oración con los cuatro elementos de la naturaleza, es decir, aire, viento, agua y fuego, y luego volvimos a la sala del consejo kolla donde se realizaría la reunión. La primera sesión fue oficiada por un filósofo llamado Javier Lajos, quien exploró meticulosamente el tema de los principios del Yanantin como una lógica que define la lógica del pueblo andino. Nos hizo comprender que Yanantin es la complementaridad, relacionalidad y reciprocidad que influye en el mundo andino y uno tiene que entender yanantin para poder entrar en la lógica del andino

Hna Sofía Chipana, religiosa biblista aymara, nos enriqueció con el tema sobre la iglesia que se compromete, iglesia que celebra su espiritualidad relacional. Hna Sofía afirmó la necesidad del Buen Vivir lo que significa vivir, convivir en armonía y en equilibrio, porque todas las cosas están relacionadas entre. Según ella el conocimiento del Buen Vivir sólo puede encontrarse cuando profundizamos nuestra espiritualidad porque en este principio todos los seres son sagrados y todos están en relación.

Hermanas Misioneras de la Consolata participantes al encuentro

Los jóvenes no se quedaron atrás al compartir sus experiencias: un grupo de Perú que compartió su experiencia de ser indígenas en este mundo moderno que no aprecia sus creencias culturales y rituales. En los días restantes tuvimos la presentación del equipo de ENDEPA que nos presentó el camino y las luchas que están haciendo con los pueblos indígenas y las situaciones de algunas comunidades. También tuvimos algunas sesiones grupales para compartir experiencias y forjar el camino a seguir como comunidades y al final del encuentro tuvimos una colorida celebración de los bailes culturales de diferentes comunidades.

Hna Emma Ganda, mc

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