
La vida de la Sierva de Dios Leonella Sgorbati, misionera de la Consolata
Las Misioneras de la Consolata que trabajan en Kenya, eligen a Sor Leonella como Superiora Regional para el período entre 1993 y 1996. Durante sus visitas a las varias comunidades, esparcidas en el territorio de este país africano, habla del Fundador de la comunidad, el Beato José Allamano y subraya la importancia de vivir cotidianamente según sus enseñanzas. Con frecuencia cita la expresión paterna y al mismo tiempo fuerte del Padre Allamano: “Es necesario tener tanta caridad hasta el punto de ser capaces de donar la propia vida. Nosotros, Misioneros y Misioneras estamos llamados a dar la vida por la misión”. Palabras que hacen brotar en ella la energía para entretejer su jornada con amor y alegría.
Durante los encuentros con las hermanas ama compartir fragmentos de libros que le parecen apropiados para reforzar la fidelidad a la opción hecha con la consagración a Dios y a la misión. Impresionada por la muerte de siete monjes Trapistas, el 26 y el 27 de marzo de 1996, en Tibhirine, (Argelia), caídos en las manos de un grupo musulmán, entrega una copia de la historia de estos monjes a cada comunidad de la Región, diciendo: ”El sacrificio cotidiano hace parte de nuestra vida. El martirio, con la sangre derramada, solo si el Señor nos lo pide”.