La espera del Amor implica el tacto. Si estás esperando al Amor, también estás esperando su toque. El amor roza, el Amor acaricia, el Amor golpea, el Amor envuelve, el Amor despoja, el Amor lastima. Si esperas el Amor, te dispones a dejarte tocar, acariciar, pero también a hacerte cambiar, a ser removido, golpeado, despojado, revestido.
Si te abres al Amor, el Amor te aleja del no-Amor, el Amor te despoja del no-Amor, el Amor te envuelve, te recorre, te habita, te transforma, llega a cada fibra de tu ser, a cada pensamiento, a cada sentimiento, a cada una de tus energías y con su toque todo en ti se se despierta, se activa y, en el contacto con el Amor, reconoces en Él tu esencia más verdadera.
Si esperas al Amor, lo reconoces en la brisa del viento, en la caricia del agua sobre tu piel, en el frío de la nieve y en el calor del sol, en la delicadeza aterciopelada de un pétalo de rosa y en el pinchazo de una espina, en el calor del abrazo de tu madre y en la pesadez de un silencio helado, en la aspereza sólida de la piedra de granito y en la fresca tersura de la piel de una niña ….
Déjate tocar, acariciar, golpear, despojar y vestir por el Amor… espera al Amor con el tacto.
Sr Simona, mc