¡Navidad, espléndida oportunidad para contemplar una vez más la Encarnación de Dios! De Aquel que haciéndose Carne, “vino a habitar en medio de nosotros”.
La Navidad es una invitación a contemplar la Hora de la transformación de Dios, la hora de su “hacerse” para “venir”, de llegar a nosotros de un modo tangible, de acogernos en un abrazo infinito y hablarnos del ¡Amor más grande!.
Ese nacimiento contemplado por los Ángeles,vivido en el silencio de un lugar solitario, acogida con fe por la joven Madre, contemplado por José, por los pastores y por cuantos a lo largo de los siglos lo cantan en las melodías del mundo… Ese Nacimieinto a nosotras, Misioneras de la Consolata hoy, más que nunca, nos habla de los caminos que como Instituto estamos recorriendo, de la Hora que estamos viviendo…
La Navidad, lo sabemos, no es un evento del pasado. ¡Es una experiencia que hace siempre nuevo el Amor Condescendiente hoy, en esta Hora, en los espacios de nuestro presente, en nuestras cotidianas vivencias misioneras de acción, de testimonio y de oración!
¡Y es en este Nacimiento de Dios que radica nuestro Renacer! Es en la fe en este proceso de transformación vital del Dios Infinito, que adquiere sentido nuestro renacer para responder al hoy de la historia con valor y fidelidad!
En Jesús, Dios se hace carne y surca los océanos del tiempo, afrontando las aguas tranquilas y las tumultuosas, los vientos a favor y los que levantan violentas tempestades … porque vive y actúa en cada corazón que con su nacimiento, muerte y resurrección. ha salvado para siempre.
Feliz Navidad Hermanas, Amigas y Amigos todos, en la gozosa contemplación de la Hora de Dios, en la que todas estamos sumergidas para vivir con fe y amor la nuestra y comunicar al mundo el Misterio con nuestra vida frágil y vulnerable, pero envuelta, sostenida y hecha Plenitud por el amor más grande!
Hna. Simona, Hna. M. Conceição, Hna. Cecilia, Hna. Lucia e Hna. Generosa