Comenzamos una reflexión sobre el martirio de hoy que nos prepara a la fiesta de la Beata Leonella Sgorbati, misionera de la Consolata mártir. En este artículo los integrantes del REPAM nos presentan figuras de mujeres mártires de Amazonía
Toda la historia del cristianismo está regada con la sangre de mujeres y hombres mártires, como signo de entrega de la vida por el Reino. El papa Francisco recuerda que “desde los inicios de la vida de la Iglesia, los cristianos, persuadidos por las palabras de Cristo. (…) Sangre de un gran número de cristianos mártires que también hoy, de manera dramática, sigue siendo derramada en el campo del mundo, con la esperanza cierta que fructificará en una cosecha abundante de santidad, de justicia, reconciliación y amor de Dios”.
En este camino, podemos recordar a muchas mujeres mártires que regaron su sangre e que, con su testimonio de vida y misión, se tornaron semillas de nuevos cristianos y procesos para la construcción del Reino de Dios.
También la Amazonía es una tierra donde mucha gente dio su vida en defensa de los pueblos y de la casa común. De ahí queremos recordar la vida de algunas de estas mujeres mártires de la Amazonía de varios tiempos y que dejaron un importante legado para las nuevas generaciones y que continúan caminando con el pueblo.

NICOLASA NOSA
Nicolasa Nosa de Cuvene fue una mujer, indígena y mártir boliviana, que dio la vida por defender a sus hermanos del pueblo mojeño en el siglo XIX, desde un compromiso concreto por la justicia. Venía de una familia indígena distinguida, hija de un corregidor y esposa de un cacique, donde usó su posición para defender a su pueblo.
Fue martirizada en 1887, junto a otros líderes que promovieron la rebelión mojeña, para liberar a su pueblo de la esclavitud de la cauchería de los ríos amazónicos, que eran realizados por colonos blancos llamados “karayanas”. Ante la explotación forzosa de los indígenas, la rebelión fue caracterizada por un éxodo masivo de la ciudad de Trinidad, abandonando a los “karayanas”, en busca de la “Loma Santa” o “Tierra sin Mal”. En represalia, fueron organizadas expediciones para tomar presos a los cabecillas del movimiento, entre ellos a Nicolasa Nosa y su esposo Nicanor Cuvene, que organizaron éxodos y fundan pequeños poblados muy bien organizados y con un gran componente religioso en su base.
En una las expediciones de los “karayanas”, Nicolasa se tornan prisionera, es torturada y, por fin, ejecutada por mantenerse fiel a su pueblo y no delatarlos ante los perseguidores: “No la voy a denunciar. Yo prefiero morir a guasca”. Nicolasa representa la valentía de las mujeres mojeñas, el prototipo de lo que tiene que ser la mujer en adelante, sea para el bienestar a nivel familiar, comunitario y de la organización indígena y eclesial, abriendo la conciencia a la historia, a un contexto concreto y a pueblos bien identificados en su búsqueda de libertad.
CLEUSA COELHO
Nacida en el estado de Espírito Santo (Brasil), la hermana Cleusa Carolina Rody Coelho dedicó 32 años de vida misionera a servicio de los más empobrecidos, desde la Congregación de las Misioneras Agustinas Recolectas (MAR). Fue brutalmente asesinada el 28 de abril de 1985, con la edad de 52 años, a las orillas del río Paciá, en Lábrea, en el Amazonas brasileño, donde acompañaba a los pueblos indígenas en la defensa de sus derechos ante la explotación extractiva, que victimizaba históricamente a los pueblos indígenas de la región, por los intereses de los terratenientes y personas influentes venidos de otras regiones.
Cleusa coordinaba el subregional Norte 1 del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) en Lábrea y Coari. “Comprometerse con los indígenas, los más pobres, despreciados y explotados, es tomar una posición firme en su camino, confiando en un futuro cierto que ya se está haciendo presente, en pequeñas luchas y victorias, reconociendo los propios valores y derechos, en la búsqueda de la unión y la autodeterminación. ¡Vale la pena arriesgarse!”, escribió la hermana Cleusa algunos días antes de ser asesinada.
Su compromiso por los más pobres desde una misión de paz y por el reconocimiento de los territorios indígenas por el gobierno nacional. Su proceso de beatificación está siendo tramitado en el Vaticano, como mártir de la justica y la paz.

P. Julio Caldeira, imc y comunicadores de la Amazonía