La cuarteada en el contexto celebrativo del pueblo Kolla en Salta, Argentina
Ser misionero es una de las experiencias enriquecedoras que te pone en movimiento; Uno está en constante movimiento ya que uno busca aventurarse en la nueva cultura de destino. La relación con las culturas diferentes forma y amplía el horizonte de uno y, por lo tanto, debe cultivarse de forma complementaria. Las experiencias vividas en la vida diaria marcan una en hasta tal punto de identificación completa con los gestos, las palabras, el lenguaje, los gustos y, también la espiritualidad del otro. Estas experiencias de vida, especialmente aquellas involucradas en los rituales y ceremonias culturales del lugar, pueden ser tanto enriquecedoras como desafiantes. Desafiante porque para poder entrar en la cosmovisión de las personas, uno debe deshacerse de los prejuicios y las críticas negativas sobre el otro adquirido en la tierra natal, uno tiene que entrar en la otra cultura de la misma manera que un niño recién nacido entra al mundo; con una pureza del corazon y de la mente, que permite uno a travesar la cultura del otro con la sacralidad merecida. Es sólo entonces que uno puede permitir a sí mismo maravillarse con las inspiraciones y las ideas que esta nueva cultura ofrece.
Vivir en la parte norte de Argentina nos ha puesto en contacto con un patrimonio cultural de los Kolla celebrados en su vida diaria. Cada celebración de un evento de vida personal o de un santo normalmente está marcada con cierto evento cultural que a simple vista puede considerarse absurdo e ilógico y, sin embargo, la mayoría de las veces lleva una profunda tradición cultural transmitida de una generación a otra.
Algunos de los elementos culturales marcados en las celebraciones de los días de los santos es la danza de las cuarteadas. En este baile, la gente rinde homenaje al Santo que se celebra de una manera muy especial. Mientras están en procesión, los fieles vestidos con atuendos coloridos tradicionales bailan al ritmo de los instrumentos tradicionales locales como el erke, la caja, la flauta entre muchos otros. Bailan de manera rotativa sosteniendo pedazos de carne de oveja, mientras que la asamblea continúa con la oración del Santo Rosario y cantando alabanzas a Dios por el regalo del santo a la iglesia.
Un escritor se interesó por conocer el misterio entre toda la danza de las cuarteadas y al entrevistar a varios ancianos, obtuvo la siguiente explicación: “Un día antes de la fiesta se sacrifican varias ovejas, no se puede sacrificar ninguna oveja sino las ovejas preferidas de lana blanca y si posible sin defecto y todavía tierno. Sin embargo, esto ha cambiado debido al hecho de que en la mayoría de los casos es tan difícil obtener la oveja tierna blanca, por lo que uno puede ver una variedad de carne de oveja de color durante la procesión. después de la matanza se extraen todos los órganos del cuerpo y las ovejas se dividen en dos partes principales después de quitar la cabeza. Cada una de estas partes estará en manos de dos bailarines tradicionales que bailarán de manera ceremoniosa y solemne durante toda la procesión. Cuando la procesión llega a la Iglesia, el santo se coloca solemnemente en su palacio y los bailarines todavía sostienen las piezas de la oveja, ejercen mucha presión sobre la carne hasta que la cortan en dos partes sin usar un objeto filoso. Después de dividirse en las dos partes, todos los bailarines se alinean y una vez más bailan de manera alegre celebrando su felicidad de haber quedado con la cuarta parte de la carne y así el nombre cuarteadas. Después del baile, los fieles agradecen a los santos y todos felizmente llevan su carne a sus casas para compartir con sus familias”.
Para un extraño este baile puede parecer tan absurdo e ilógico como uno de los ancianos le explicaba al escritor, pero para ellos es su manera especial de venerar a sus héroes en la fe, quien los protege a ellos y sus ganados de las calamidades y que siempre están intercediendo para ellos en los santos tronos. Algunos ancianos también relacionan a los últimos con los corderos de sacrificio ofrecidos durante los tiempos del antiguo testamento que se le ofrecieron a Dios en diversas situaciones y eventos de su vida. Uno se adelantó para explicar que el asado y el comer de la carne se hace como una forma de profunda comunión con el célebre santo.
En su forma simple, pero profunda, la gente kolla celebran sus fiestas y le da un significado simbólico para su modo de vida cultural. Una lección para nosotros que las fiestas cristianas pueden ser creativamente celebran de una manera cultural, de una manera que habla profundamente al corazón de las personas y si no sólo queda una campana ruidosa que no toca a la gente y no deja ningún crecimiento espiritual. Al mismo tiempo, nosotros como misioneros somos invitados a ayudar a la gente a trascender el simbolismo cultural incluido en las fiestas cristianas para que las personas puedan participar profundamente en los misterios de Cristo celebrados en la fiesta de cada santo.
Hna Emma Ganda, mc