Madre Consolata lo ha hecho bien

La experiencia de este mes de febrero de 2022 quedará para siempre grabados en nuestros corazones como un mes de gran intensidad de experiencia fraterna de comunión continental. Es un mes dedicado a nuestro padre fundador el beato José Allamano, mientras recordamos su nacimiento al cielo.

Es en este mes que nos reunimos como miembros de una sola familia Consolata para compartir la experiencia de la animación juvenil en nuestro continente americano(AMJV). Los participantes procedían de los países donde están los misioneros y las misioneras de la consolata, incluidos Venezuela, México, Colombia, Argentina y Brasil. Sin embargo, algunos países como Estados Unidos, Bolivia y Canadá no estuvieron representados. En total éramos aproximadamente 30 participantes entre las Hermanas de la Consolata, los Padres y nuestros Laicos. Nos reunimos con la intención de reflexionar sobre la animación vocacional de los jóvenes de nuestro continente. 

La metodología utilizada fue la de los talleres, marcados por el intercambio de experiencias de las innumerables actividades que cada animador hace en sus contextos particulares. En efecto, fue una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que enfrentamos como animadores del continente, los desafíos y realidades de los diversos tipos de jóvenes presentes en nuestro continente, la postura de los documentos de la Iglesia con respecto a los jóvenes y muchos otros temas, que fueron compartidos en el espíritu de sinodalidad y ecumenismo. 

El compartir en grupo y las relaciones personales enriquecieron momentos de vivencia y fraternidad que también nos unieron más como hijos e hijas de Allamano. Había un sentimiento general de sinodalidad, de caminar juntos y querer crecer juntos. Era evidente que para que esta comunión entre diferentes países y entre nuestros institutos funcione, es necesario dejar que el Espíritu de Dios, tejedor de comunión, llegue a esos niveles íntimos de fraternidad a los que nosotros mismos no podemos llegar.

También tuvimos la oportunidad de escuchar los testimonios de nuestros misioneros de la Consolata nacidos en América en la persona del padre Ariel Tosoni que trabaja en Costa de Marfil y el padre João Baptista que trabaja en Portugal. Su entusiasmo y vida por la misión nos hizo experimentar la belleza de nuestro Carisma y consagración al Señor. Los jóvenes pertenecientes a las Juventudes Misioneras de la Consolata, también compartieron con nosotros su experiencia y nos rogaron como adultos que creyéramos en ellos, les tuviéramos confianza y les diésemos un espacio en la Iglesia.

Cada día celebramos los sagrados misterios de nuestra salvación de manera creativa y hubo una fuerte manifestación de la riqueza intercultural expresada en la Misa. Nos turnamos para animar las celebraciones según los países donde estamos, uniendo la ofrenda de pan y vino con los sacrificios y la vida de cada misionero y los contextos nuestra América.

Es cierto que el mundo de los jóvenes en el continente americano ha cambiado y muchos de ellos se encuentran en lugares distintos a la iglesia. Esto puede hacer que el trabajo de los animadores recuerde a los apóstoles que fueron a pescar toda la noche pero no pescaron nada. La invitación es a navegar mar adentro en las realidades de los jóvenes para que podamos evangelizarlos desde sus contextos. Es hora de que la Iglesia en América siga atendiendo el llamado del pueblo que nos pide ir al encuentro de los jóvenes

Al final de la reunión que duró del 14 al 20 de febrero, sentimos que nos conocíamos desde siempre, esto se lo atribuimos a nuestra madre Consolata que tiene una manera de tejer fuertes lazos familiares entre sus amados hijos.

Podemos concluir diciendo que nuestra madre Consolata lo ha vuelto a hacer, nos ha hecho experimentar con ternura su amor hacia nosotros y nos ha unido aún más. Finalizamos nuestro encuentro depositando en su corazón todas nuestras aspiraciones y anhelaciones por nuestro amado Continente. Que la Madre nos envíe santas vocaciones como siempre lo ha hecho.

Hna Emma Ganda, mc

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