Las dos Direcciones Generales de los Misioneros y Misioneras de la Consolata han enviado este mensaje y oración para la Novena a nuestra querida Madre y Patrona: la Virgen Consolata.
“El verdadero amor a la Virgen no consiste en el sentimiento, sino en la voluntad pronta a practicar lo que corresponde al servicio de Dios y al honor de la SS. Virgen. Somos hijos e hijas predilectos/as de la Virgen y un día tendremos que ser como otros tantos brillantes de su corona. Pero los brillantes deben ser purificados; así que tenemos que purificarnos y luego dejarnos trabajar como se trabajan las piedras preciosas” Beato José Allamano
En el espíritu de comunión y colaboración que caracteriza a nuestros dos Institutos, reunidos en nombre de María Consolata y la guía amorosa de nuestro querido padre Fundador, el Beato José Allamano, como Direcciones Generales, queremos ofrecer este año, una oración común para la novena de preparación a la fiesta de la Consolata. Esta oración es fruto de nuestro encuentro como Direcciones Generales e impulsada por la pandemia del coronavirus, una situación particular que se está viviendo en todo el mundo. El Allamano nos ha transmitido páginas estupendas de afecto sincero a la Consolata, de confianza auténtica en Ella como verdadera consoladora y protectora. También nosotros en estos días de espaviento, de miedo y de gran fragilidad, queremos todos juntos, dirigirnos a Ella para que se ocupe de cada uno de nosotros. Nuestra preocupación es por nuestras comunidades, por nuestro futuro, que se extiende a todos los pueblos.
Orar para buscar, cualesquiera que sean nuestras fuerzas, nuestro número, nuestra edad, para que estemos a la altura del desafío que la realidad actual nos propone, creando vínculos de comunión y fraternidad que renueven y hagan la vida posible y alegre. Orar para que seamos don y ofrenda que alimenta nuestra preocupación por todos aquellos y aquellas que, a causa de la pobreza, de la violencia, del aislamiento, del dolor de estos días, están en el llanto y en la desesperación. Orar para que intercedamos por todos los sufrimientos y dolores de la humanidad en esta Casa Común, presentando al Señor, a través de María Consolata, nuestras comunidades, nuestras familias, nuestros benefactores y nuestros pueblos para que como Tu aprendamos a cuidarnos unos a otros.
Suplica a la Virgen Consolata
O Consolata, nuestra tierna Madre,
nosotros, tus hijos e hijas, nos dirigimos a ti:
consuela a toda la humanidad afectada por esta pandemia de coronavirus,
dirige tu mirada sobre los que sufren, sana a los enfermos,
fortalece a los que trabajan por la salud de todos.
Acoge en tu amor maternal a los difuntos y consuela a sus familiares.
Ilumina a los gobernantes para que tomen, en cualquier situación,
las decisiones correctas por el bien común.
Tú, que eres nuestra Consolata,
guárdanos en tu amor y acompaña nuestros pasos
por los caminos del mundo donde la misión
nos pide ser consuelo para la humanidad.
OH, ¡VIRGEN CONSOLATA!,
intercede por nosotros ante tu hijo Jesús. Amén