
Testimonio de la Hna Emma Ganda, misionera de la Consolata del Kenya, viviendo su misión en Argentina
Las hermanas misioneras de la Consolata son mujeres que han experimentado a Cristo amandoles en manera singular y unica y en respuesta a este tan grand amor han sentido seducidas a seguir a Jesús y a entregar su vida para la misión ad gentes. Entonces ser misionera de la Consolata es sentirse amada y llamada a vivir la misión ad gentes que es llevar a la Buena noticia de Jesús hacia estos rincones humanos y territoriales donde el evangelio de Jesús aun no ha llegado. NUESTRA es llevar la consolacion de Dios en la persona de Jesús y hacer que toda la humanidad puede volver a su identidad de ser hijos y hijas en Jesús. Es llevar toda la humanidad a Jesús en un proceso progresivo de interculturalidad mientras enriqueciéndonos con la internacionalidad y intergeneracionalidad de nuestra vida comunitaria. Ser misionera para mi es ser toda para la humanidad, ser una madre, abuela, hija, consejera, intercesora y nos encontramos en todos los ambitos de la sociedad pero sobre todo con los mas marginalizados y oprimidos. Tenemos un carisma que es muy dinamica y creativo en el sentido que toca a cada ambito de la nuestra sociedad y este ha sido la experiencia que he tenido en los pocos años que estoy en la congregación.
ALEGRIA DE LA MISIÓN
Toda mi vida misionera ha sido dedicada a los niños, adolescentes y jóvenes y ellos me han dado mucha alegría y vida. En ellos se encuentra fuerza y animo y mas que nada me han formado en manera de acercarme a ellos. Son muy dinámicos y te renuevas cada día, y al mismo tiempo son muy movibles y te dan la experiencia de siempre empezar de nuevo y de no aferrarse a las personas. la alegíia más grande que he tenido es ver su experiencia y compromiso con Cristo, cuando ellos se dan cuenta que vale la pena arriesgarlo todo y jugar su vida por El. He llegado a comprobar lo que nuestro fundador decía que no importa el numero sino la calidad de la vida que uno asume, De hecho he aprendido acogerlos en sus pequeños y grandes números que el mismo Señor me trae cada día.
QUE SIGNIFICA VIVIR CON EL PUEBLO ORIGINARIO
El pueblo kolla es un tesoro muy grande para mi vida misionera. En ellos he encontrado la riqueza cultural inagotable; una riqueza lleno de valores en la promoción de la vida comunitaria, ecología y una profunda espiritualidad.
Trabajar con ellos significa dejarme educar con esta cultura y beber de su sabiduria andina. La escucha de su lenguaje tambien ha sido importante para mi vivencia diaria con ellos.

JOVENES CON INQUETUD VOCACIONAL
Tenía trece años y me acerqué a mi parroquia que estaba bajo el cuidado de los misioneros de la Consolata. Su manera de vivir con nosotros y su celo misionero me atraían mucho. Un día acerqué a un padre y le he dicho que pensaba de ser una hermana misionera de la Consolata, Me miró, sonrió y me ha dicho: ´Seguí los dictados de tu corazón porque ahí encontrararás toda las respuestas más profundas para tu vida¨
Estas palabras me impactaron bastante y las digo casi a cada joven que encuentro y que tiene inquietud vocacional.